El sector químico español cerró 2022 con un incremento de la cifra de negocios del 16,3%, hasta los 89.866 millones de euros. Sin embargo, la producción solo creció un 0,9% respecto a 2021 debido, fundamentalmente, al impacto de los altos costes energéticos y la invasión de Ucrania. Así lo explicó la presidenta de Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique), Teresa Rasero, quien presentó los resultados de cierre del sector químico en 2022 y un análisis de situación de la industria química española en el momento actual.
Los precios de venta de los productos químicos en 2022 cerraron el año con un crecimiento del 18,6% de media debido a los costes del gas y la electricidad y, al contrario que en ejercicios anteriores, el comportamiento no fue homogéneo en todos los subsectores que integra esta industria. La química de la salud y la química de consumo directo (productos de limpieza, perfumería) crecieron entre el 10% y el 6%, mientras que la química básica experimentó una caída de 11,2 puntos.
Tal y como destacó la presidenta de Feique, Teresa Rasero, es en la química básica donde reside la gran preocupación del sector. Ésta es la que concentra mayores necesidades energéticas y, por lo tanto, la más afectada por los altos precios. Esto se debe a no poder trasladar al mercado el incremento de los precios energéticos.
Respecto a los mercados internacionales, el sector químico estuvo expuesto a los mismos condicionantes que en el mercado interior, pero con mayor virulencia, ya que los precios fueron incluso superiores. La cifra de negocios en el exterior creció un 29,2% en 2022, hasta los 63.626 millones euros, a pesar de que se exportó un menor volumen de producto que en 2021.
Este comportamiento ha llevado al sector a liderar el ránking exportador español por segundo año consecutivo, siendo hoy el primer exportador de la economía; el 19,5% de las exportaciones industriales son realizadas por el sector químico, seguido por la automoción y el sector alimentario.
El sector registró un crecimiento del 12,1% en su número de asalariados directos en 2022, alcanzando la cifra de 234.200 de media anual.
Dos tercios de estos nuevos 25.000 empleos se produjeron en el área farma y el tercio restante en química. No obstante, es destacable el retroceso del tercer y cuarto trimestre, respecto a las cifras registradas en los dos primeros, en sintonía con la caída de la producción a partir de junio.
Contabilizando el empleo indirecto e inducido, la química generó casi 800.000 puestos de trabajo en 2022, es decir, el 4,6% de la población activa ocupada de España. Esta industria genera 2,4 empleos indirectos e inducidos por cada empleo directo.
Además, se trata de empleo estable, de calidad y alta cualificación: el 92% de los empleados directos disponen de contratos indefinidos, frente al 79% de la media nacional. El salario medio se sitúa ya en casi 40.000 euros anuales por trabajador, además, el sector es el que mayor inversión destina a formación, 185 euros por empleado y año. Este dato triplica la media nacional y duplica la media a nivel industrial.
Los principales retos del sector químico español se centran en estos momentos en cuatro ámbitos: la Reforma del Mercado Eléctrico, el apoyo a los sectores gasintensivos, un Green Deal Industrial Plan más ambicioso y las tecnologías de Captura, Almacenamiento y Uso de CO2.
La Reforma del Mercado eléctrico es imprescindible para garantizar precios competitivos y predecibles a largo plazo. Teresa Rasero destacó que el mercado mayorista de la electricidad ha estado, desde mediados de 2021, sumamente afectado por los altos precios del gas y de los derechos de CO2. Para el sector químico, el modelo de mercado debe conjugar cuatro objetivos: garantía de suministro, descarbonización, rentabilidad razonable para impulsar inversiones en generación limpia, y precios competitivos y predecibles a largo plazo para el consumidor.
El gas ha sido un responsable directo de la compleja situación industrial europea en 2022, tras haber incrementado su precio 9,3 veces respecto a 2019. Tal y como ha señaló la presidenta de Feique, ante esta situación el Gobierno debe establecer un mayor volumen de ayudas directas, ya que las acumuladas hasta la fecha apenas alcanzan los 825 millones de euros.
La Comisión Europea ha anunciado recientemente el GDIP (Green Deal Industrial Plan). Esto influirá de manera clara en las decisiones de inversión de los principales sectores industriales de alta intensidad poniendo en riesgo, tanto las futuras inversiones, como la continuidad de las cadenas de suministro. Si bien el sector químico valora positivamente la intención del GDIP, considera que puede ser más ambicioso incorporando reformas claras que doten de mayor competitividad a la industria europea.
Por último el impulso de España a las tecnologías de Captura, Almacenamiento y Uso de CO2 es imprescindible para alcanzar los objetivos de neutralidad climática en 2050. En el caso particular de la química, al menos el 20% del carbono utilizado en los productos químicos y materias primas plásticas debe proceder de fuentes no fósiles sostenibles de aquí a 2030.
Fuente: Moneda Única